—¡Y tú para de leerme la mente, maleducado! O ahora mismo te borro la mano del pecho y la pinto sobre tus ojos —susurró hacia su frente señalando con el dedo índice.
El nuevo vigilante de la sección de pinturas de El Greco, se le iba a acercar, pero un compañero más veterano se lo impidió tomándole del brazo.
—No te preocupes, cada día lo verás por aquí, ayer se creía Goya y regañó a Saturno por mirarle el escote a una turista.
Ángel Descalzo, 6 de abril de 2013
Ahora si no entendí nada, que bruta soy pero me lo va a tener que explicar si hablas específicamente de una pintura, sí me gustaría saber de cual y de quién.
Lupita.
Leerlo es provocar un juego cómplice entre el escritor y el lector. Sugerir es mejor que aburrir. Espero con ansiedad por «Almendra». Un abrazo digital.