Once pasos que me llevan atado,
amarrado al vaivén de tu cintura,
once pasos, puntuales, sin premura,
deslizando un suspiro acompasado.
Dibujamos un paseo marcado,
y un cuadro que no es lienzo ni pintura.
Columpios volando en la partitura,
de un danzón como un pincel soñado.
Desde el estribo, hasta el fin del montuno,
once pasos como soplo de vida,
como pan caliente en el desayuno.
Asentamos la cadencia esculpida,
al arribo de un final oportuno,
once son diez para la despedida.
Ángel Descalzo Fontbona (Septiembre 2014)
Felicidades, realmente me encantó.- Se que tienes mucho trabajo y me da gusto que estés contento.- Espero pronto poder darles un abrazo a Alondra y a ti.
Lupita.