(Agradezco a Eliza Rodriguez por encontrar este intento de texto de mi juventud)
Aún me siento húmedo de la última gota de lluvia antes de entrar en el café… y no sé qué escribir. Quizás esta lluvia haya dejado afónicas a mis musas.
Desde luego como excusa no está mal, pero eso no se le puede explicar a un editor. Ojalá pudiese inventar historias como ésa, sería señal de que me ganaría la vida por escribir estupideces como ésta.
Al menos tengo el recurso de pedir veinte duros a mi madre para mis vicios, papel, lápiz, cervezas…
Posiblemente mi desértica inspiración, es causa del libro que tengo ante mí, en la portada aparece el rostro de Walt Whitman mirándome, como con cara de decirme algo y por su expresión bastante seria no son gritos de aliento a que continúe escribiendo.
Bueno al fin y al cabo no le he pedido su opinión, Sr. Whitman y realmente a mí tampoco me gustan sus poesías.… y las musas sin aparecer, ¡maldita sea! ¿para eso les pago?
Llevo veinte minutos intentando escribir una palabra decente y no hay manera… pero… ahora que me fijo en el calendario, hoy es 1 de mayo, día del trabajo, seguramente se habrán ido a la manifestación y yo como un imbécil esperando, además, bien pensado yo no debería escribir, que se espere el editor, hoy no es día laborable.
Y como mi jefe soy yo, no me voy a enfadar.
Me declaro en huelga legal.
Agur prendas!
Ángel Descalzo Fontbona Vitoria Gasteiz 1 de mayo de 1984