…y así, tontamente, acabe pegándome un tiro en la uña, o se me atragante la primera píldora y la incontrolada tos decida extraviar todas las demás por el inodoro, o esa obsesión de mantener los cristales del ventanal con transparencia de verano en Tarragona, obsequie a mi frente el chichón de la torpeza.
Lo más sensato será que me ponga a estudiar el examen sobre el mito de Sísifo, al fin y al cabo, como Camus, nunca dejaré de ser un teórico…
Ángel Descalzo, 10 de enero de 2014