(Con mi agradecimiento a Eliza Rodríguez por rescatar este poema que escribí en el 2001)
Ilumina mi camino,
préstame una candela, un cirio,
una luna llena,
la estrella que nunca vimos.
No dejes que me pierda por buscar tu boca en el vacío.
Llévame lentamente de tu mano,
como un niño hacia un parque,
donde juegue con el destino.
Protégeme del frío con tu aliento,
con tu pecho.
Y deja que nazca dentro de mí la luz,
porque ya no vivo.
Ángel Descalzo Fontbona